CORTOMETRAJE SOBRE LOS VALORES QUE SE DEBE TOMAREN LA VIDA
sábado, 29 de noviembre de 2014
EL RESPETO HACIA LOS DEMÁS

Es muy importante tener la mente y corazón abiertos para conocer y entender los valores culturales, sociales y morales que definen a cada ser humano, donde el respeto mutuo, garantiza una forma armoniosa de convivencia.
El respeto a los demás es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde la sinergia juega un gran papel.
Respetar es una actitud de ida y vuelta y para que se nos respete debemos empezar por el pilar fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos.
¿Tener respeto a los demás es lo mismo que tener miedo? Se confunde a menudo respeto a los demás con miedo. Tener miedo, por ejemplo, a un padre, a un educador o a un gobernante y actuar para no enfadarlo, es callar y obedecer para no sufrir un castigo.
Tener respeto a un padre, a un educador o a un gobernante, es valorarlo porque tiene una línea de vida coherente y es un espejo en el que nos gusta vernos reflejado, es la aceptación por la razón y el corazón. El miedo nos hace actuar en disonancia total entre mente y alma y quien infunde miedo, solo sabe imponerse por el temor. En cambio, quien vive coherentemente entre lo que dice y lo que hace, buscando su bien y el de los demás, genera respeto sin presiones, surge o sobresale por lo que trasmite, sin ninguna imposición.
Para centrarnos y saber si tenemos una actitud respetuosa, lo mejor es que cuando vayamos a hacer o a decir algo a otra persona, pensemos de qué manera nos gustaría oírlo si nos lo dicen a nosotros, y hacerlo de este modo. Seguramente comunicaremos con tranquilidad y sin hacer daño.
Ser irrespetuoso, en cambio, se puede manifestar, muchas veces con un silencio que puede resultar más doloroso que las palabras o con un no hacer, que puede llegar a ser más destructivo que muchas acciones. La falta de respeto a los demás, en ocasiones, no viene acompañado de gritos, ni golpes, ni insultos, sino que se disfraza de sutil manipulación, quitando la libertad de elegir y decidir, por nosotros mismos.
viernes, 28 de noviembre de 2014
LA FAMILIA


Una familia es importante para el desarrollo de los niños. La familia es una fundación donde una persona aprende los modos para vivir en paz con otros. La relación de la familia debe ser estrecha y unida. Este tipo de relación puede ayudar a los miembros de la familia aprender sobre sus caracteres mismas. También, pueden aprender como tratar y comunicar con otros. Todos deben aprender la historia de su patria, su lengua, sus tradiciones y su familia. La historia conecta todas las generaciones. La lengua, especialmente, conecta a los abuelos con sus nietos. Es importante aprender el pasado porque el pasado se puede repetir en el futuro si una persona no presta mucha atención.
La vida de una madre es un trabajo porque la madre es como el base de su familia. Ella es la jefa detrás de las puertas porque debe ser maestra, médica, amiga y cualquier otro papel en la vida de su familia. Aunque la cultura hispana es dominada por los hombres, las mujeres cuidan a su casa, su esposo, sus niños y el dinero. La madre enseña valores a los niños. Ella enseña a sus hijas como ser mujeres. También, ella enseña a sus hijos que tipo de carácter que sus esposas deben tener. La madre enseña a sus niños que todos necesitan respeto y amor.
Una familia es importante para el desarrollo de los niños. La adopción puede conectar a un niño con una familia cariñosa. La familia no es limitada a una relación de sangre. Hay muchas personas que faltan las cosas necesarias para vivir en felicidad y amor. La adopción es una opción para ayudar con este problema. Si una mujer no puede ser embarazada, ella y su esposo pueden adoptar a un niño quien necesita una casa con padres cariñosos y la oportunidad vivir una vida mejor. Un bebé nuevo en la familia trae felicidad a todos.
Hay muchos tipos de adopción. Depende de las circunstancias que los padres naturales seleccionen el tipo de adopción. La adopción simple es abierta. En otras palabras, la información sobre la adopción, el niño y los padres naturales está compartido. La adopción simple puede ayudar un niño aprenda su historia y su lengua nativa de sus padres naturales. El niño parece más que intacto con lo mismo cuando él conoce su historia. La adopción plena significa ningún información es presente para el niño sobre sus padres o para los padres naturales sobre su niño. Este tipo de adopción puede ser bueno para algunos. A veces, hay muchos problemas en la vida de los padres y ellos no quieren que sus niños aumenten en esos problemas.
Todos los niños deben vivir en un lugar donde pueden amar otros y pueden ser amado, aprendan tratar otros con respeto y amor y tienen esperanza para el futuro. Una casa no es solamente un lugar en donde se vive, pero, también es un lugar donde todo es comodo y libre para ser la persona él que quiera ser.
LAS DOS DIMENSIONES DEL SER HUMANO: CUERPO Y ALMA

Adoptando una perspectiva más descriptiva y empírica que metafísica, la Biblia no conoce una división cuerpo-alma del hombre: las dos dimensiones, espiritual y corporal, están en una simbiosis total. La distinción entre alma, espíritu y carne va dirigida a acentuar tal o cual aspecto del único ser que es el hombre. Como poseedor de la nefesh (alma), el hombre es un ser vivo que debe su existencia a Dios y que es capaz de relaciones personales y de sentimientos: debido a la ruah (espíritu), el hombre es el testimonio vivo del poder de Dios, la expresión más elevada de la fuerza creadora de Dios. Nefesh y ruah atestiguan más claramente la «proximidad» que existe entre Dios y el hombre; al contrario, en cuanto basar (carne), el hombre es el ser vivo que, como otras criaturas, tiene un cuerpo, una dimensión «material» que, aunque le confiere cierta caducidad, no por ello carece de dignidad ni deja de ser buena a los ojos de Dios. En virtud de su constitución ontológica o «condición» singular el hombre trasciende al mundo, aunque pertenece a él: es «pariente» del cielo y de la tierra y en cuanto tal es «muy bueno» (Gn 1,31), destinado a la resurrección final. La Biblia, aunque excluye una visión dualista del hombre, se refiere indiscutible-mente a la copresencia de dos dimensiones del ser humano: la corporal y la espiritual, afirmando que, en virtud de esta última, el hombre es «imagen y semejanza» de Dios.
El encuentro entre el cristianismo y la cultura helenista tuvo un doble efecto. Por un lado. la visión unitaria bíblica fue siendo sustituida por una perspectiva eminentemente dualista: el cuerpo y el alma son las dos substancias que componen al hombre: por otro, se acentuará la superioridad del alma humana. Pero los Padres rechazarán la concepción del alma como parte o emanación de la divinidad y la de la unión alma-cuerpo como resultado de una especie de castigo: para ellos. todo el hombre, alma y cuerpo, está destinado a vivir la gloria futura.
A partir del s. XII se verificó un notable cambio de perspectiva, gracias a la acogida del pensamiento aristotélico que condujo a una nueva visión antropológica. Tomás de Aquino, el representante más lúcido de la nueva orientación filosófica y teológica, afirmará que la unión entre el alma y el cuerpo es parecida a la que existe entre la materia y la forma substancial; a pesar de ser ontológicamente diferentes, el alma y el cuerpo del hombre no poseen una autonomía propia antes de la unión; en el momento de la unión, el alma se hace forma, es decir, actúa, vivifica a la materia, que a su vez recibe de ella la existencia, la perfección y las determinaciones esenciales. De aquí se deriva la profunda compenetración del alma y del cuerpo en el hombre: su unión no es accidental, sino substancial, profunda: todas las acciones del hombre, en esta perspectiva, son el fruto del concurso de ambas «dimensiones». La unidad cuerpo-alma lleva a concebir la muerte como disolución provisional y casi innatural de la unidad misma, mientras que permite dar un sentido profundo a la promesa bíblica de la resurrección de la carne. Además, se justifica así profundamente la dimensión social e histórica del hombre. «El cuerpo es al mismo tiempo el lugar de la comunión y de la apertura al encuentro» (F. P. Fiorenza -J.B.Metz).
El Magisterio de la Iglesia, además de rechazar algunas propuestas teológicas que tendían a convertir en algo diabólico la corporeidad (concilio de Braga, 561 : DS 455ss), o a hacer del alma una parte de Dios, negando la resurrección corporal (Ier concilio de Toledo, 400: DS 188), o a considerar las almas humanas como espíritus preexistentes y desterrados a los cuerpos (sínodo de Constantinopla, 543: DS 403), tras afirmar la unicidad del alma (IV concilio de Constantinopla, 870: DS 657), utilizó las fórmulas y la perspectiva antropológica de santo Tomás para condenar la opinión según la cual el alma no se une directamente al cuerpo (concilio de Viena, 1312: DS 902), y la de que el alma es mortal o única para todos los hombres (Y concilio de Letrán, 1513: DS 1440).
Entre las intervenciones del Magisterio sobre la relación alma-cuerpo hay que señalar finalmente la Gaudium et spes del concilio Vaticano II, donde, según la perspectiva típica mente bíblica, se habla del hombre como unidad de alma y cuerpo que, «por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material» (GS 14) y recuerda que el hombre «no debe, por tanto, despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día» (Ib.). Pero, al lado de esto, se remacha la convicción de que el hombre trasciende el mundo material, debido a su propia espiritualidad y a la posesión de un alma inmortal.
INFORMACION
http://www.mercaba.org/VocTEO/A/V_alma_y_cuerpo.htm
VALORIZACIÓN DE LA DIVERSIDAD COMO FINALIDAD
La diversidad es una condición inherente a cualquier forma de vida y se expresa en aspectos como la edad, el sexo, la religión,la fisonomía, las costumbres, las tradiciones, las formas de pensar, los gustos, la lengua y los valores personales y culturales.
En ella se reside la posibilidad de enriquecer la vida y de ejercer la libertad de elegir entre múltiples opciones. El respeto a la diversidad implica equidad es decir, la oportunidad que merece todo ser humano para disfrutar de condiciones básicas de bienestar, lo cual demanda el desarrollo de la capacidad de la empatía y solidaridad para comprender las circunstancias de otros.
Los alumnos críticamente las manifestaciones de la diversidad y rechazaran expresiones que se contrapongan a los derechos fundamentales.
CONVIVENCIA SOCIAL


Las personas viven en sociedad, por tanto, todo ser humano se relaciona con los demás. Aunque cada persona tiene sus espacios de intimidad, lo cierto es que también existen momentos de compartir. Un ejemplo de lo importante que es compartir es la convivencia. La convivencia puede aplicarse a distintos puntos de vista. El más básico y fundamental, la convivencia en el hogar con los demás miembros de la familia muestra cómo es importante que cada uno tenga una actitud de respeto hacia el otro con el objetivo de que la convivencia sea agradable.
La convivencia puede ser agradable o desagradable. Para que una convivencia sea agradable se requiere de la colaboración de todos los integrantes del hogar. Aun así, la vida no es como en las películas y lo natural es que a lo largo del día existen momentos de todo tipo, situaciones menos bonitas, posibles conflictos y discusiones porque convivir también es compartir diferencias de criterio y conocer al otro en sus manías y defectos.
Pero la convivencia enriquece a nivel personal porque todo ser humano necesita cariño y reconocimiento. Cuando una pareja es sólida, entonces, es gratificante llegar a casa y poder estar con la pareja. En cambio, cuando una pareja tiene una mala relación, estar en casa se convierte en un motivo de malestar y de tristeza. El hogar es el espacio de máxima intimidad, sin embargo, no hay nada más desagradable que no tener ganas de volver a casa porque en el hogar existe un foco de conflicto pendiente de resolver.
Más allá del ámbito doméstico también se convive en sociedad. Y por supuesto, también se convive en el ámbito del trabajo puesto que los compañeros de oficina se relacionan entre sí y existe una jerarquía en los roles. El jefe manda y los empleados obedecen.
La convivencia muestra la inteligencia emocional del corazón humano que se basa en el respeto hacia el otro. Lo positivo es tener acciones que hagan la vida agradable a los demás. Una simple sonrisa mejora la convivencia. Al igual que palabras como gracias, lo siento y por favor.
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